viernes, 18 de octubre de 2019

Entrenamiento y preparativos.


18 de octubre de 2019

Cada vez llegan más barcos, las tripulaciones se ven muy profesionales. Son equipos que a eso se dedican; algunos patrocinados y otros privados de archimillonarios. Si bien hay barcos de tres ó cuatro millones de dólares, los de regata pueden valer la mitad de eso, pero lo caro es el andar transportándolos de una carrera a otra y mantener a la tripulación (todos son pagados y muchos hasta de tiempo completo).

La verdad es que no sé como nos vamos a organizar en el barco para convivir once personas durante tantos días, pero ya estamos en esto; no hay marcha atrás. En general si está bastante emocionante todo el evento, hay muchísima gente y de todo tipo. Desde los que en verdad son del Jet Set (o al menos parecen), los wanabes, los marineros (que les pagan y van a donde les dicen) y turistas (como nosotros; siento como si fuéramos espectadores pero con permiso de estar dentro de la cancha). También están los medios de comunicación y los que solo vienen a ver el evento; hay cientos de barcos de motor, desde lanchas hasta yates enormes que se ponen en la salida, para ver el arranque de la carrera en primera fila; en fin, hay gente de todo tipo y de todo el mundo, un verdadero festival.

Hemos entrenado y entrenado, nos han explicado una y otra vez las reglas de seguridad, donde está guardada la comida, cómo usar el baño, los roles y los horarios. Las reglas en que lugar guardar nuestras cosas o nuestro equipo y donde no. Subir y bajar las distintas velas mil veces, como se haría en distintas condiciones climáticas. Qué podemos esperar referente a clima y viento en la próxima semana. Dependiendo del clima, esperamos estar de regreso el próximo jueves en alguna hora ya sea en la mañana si nos toca buen viento ó hasta la noche si no tanto.

Espero tener oportunidad de llevarme esta computadora al viaje, para tomar mis notas. Mientras tanto, hoy fue día de compras de comida y de lo que durante la semana, nos dimos cuenta que vamos a necesitar. Por otro lado, está restringida la cantidad de cosas que podemos subir al barco, por dos razones: una es peso (estamos en una carrera) y la otra porque no cabe nada (en verdad estaremos empacados como sardinas y con un solo baño, durante seis días).






miércoles, 16 de octubre de 2019

Malta 16 de octubre 2019.


Hoy, finalmente tuvimos oportunidad de salir a darle una vuelta al velero donde pensamos llevar a cabo nuestro trayecto. Vientos de más de veinte nudos y velocidades de alrededor de diez.

La tripulación con la que voy a convivir durante estos días son: Andy el capitán, ha de tener unos cincuenta años y ha hecho esta regata doce veces; me parece que sabe lo que está haciendo. Alex es el primer oficial, ha de tener unos treinta años. Conoce el barco de arriba abajo, es el que lo transporta para las distintas regatas y además vive en él; nos explica una y otra vez lo que tenemos que hacer, pero seguimos cometiendo los mismos errores, espero que aprendamos a hacer las maniobras antes de que nos toque hacerlas de noche. Patrick, el táctico, se la pasa en la computadora. Nadie sabe qué hace, supongo que ha de estar contestando sus correos o se está haciendo pato porque no quiere exponerse a la intemperie; debe tener unos sesenta y cinco años. Katherine, pareja de Patrick, ha de tener unos cuarenta y es la que se encarga de la marimba (control de las líneas); ella también parece que sabe lo que está haciendo. Hasta ahorita, todos ingleses. Los gringos son cuatro y se conocen entre sí. John de Ohio y Marc de Newport son un poco más grandes que yo; Doug de Atlanta debe tener como mi edad y William, de unos cuarenta y es, por mucho, el mas hábil de los gringos.

Hubo una regata de práctica en la que nosotros no participamos porque teníamos que practicar las maniobras, sin embargo, tuvimos oportunidad de ver algunos de los súper barcos que van a competir; con solo verlos alineados para la salida, se le sube a uno el pulso. Los campeones que normalmente ganan y tienen las marcas, aún no llegan.

Ayer cené en el L´Ostricaio, me pareció una trampa de turistas con una magnífica comida, con el dueño afuera abriendo ostiones y ofreciendo charales fritos a los paseantes mientras todo mundo le toma fotos. Me cené unos mejillones y el mejor robalo que he comido en mi vida.

martes, 15 de octubre de 2019

ROLEX MIDDLE SEA RACE 2019 15/oct/19


15 de octubre de 2019.

Lo primero que me llamó la atención de Malta, fue el idioma. Resulta que el maltés proviene del árabe con una mezcla de italiano, inglés y siciliano; Yo hubiera pensado que era algo como portugués o catalán, pero no es así. Con solo 460,000 personas en la isla, podría uno pensar que es uno de los idiomas menos hablados del mundo; esto no puede estar mas alejado de la verdad; resulta que entre las lenguas menos habladas del mundo, están el chamicuro, con veinte personas en Perú y el paipai, con unas doscientas en Baja California.

El segundo país donde se habla maltés en el mundo, también, lejos de cualquier expectativa, resulta ser Australia. Esto se explica porque Malta fue parte del imperio ingles durante ciento cincuenta años y después de la segunda guerra mundial, la isla quedó completamente destrozada.  Como en ese momento no había oportunidades, los ingleses ofrecieron trabajos temporales a los malteses en Australia donde faltaba gente que quisiera trabajar. Al parecer, algunos decidieron quedarse a vivir ahí. 


Malta es un país con un índice criminal muy bajo, la gente confía en su gobierno y su economía está más boyante que la de Italia, por lo que muchos sicilianos migran a la isla. Lo que mas impulsa su economía, son los servicios financieros y el turismo; algunos países la consideran un paraíso fiscal por tener impuestos bajos. De lo único que se quejan los locales es del tráfico.

Hasta ahorita, solo he encontrado muy buena comida, bastante parecida la del sur de Italia (pescado al horno, pasta y mariscos). Finalmente, hay dos cosas con las que los malteses se sorprenden. Una es cuando uno trata de bromear con ellos; simplemente no entienden; no sé si es porque no tienen sentido del humor o mis chistes son tan malos, que ni una risa fingida les provoca. La otra cosa, que también les sorprende, es cuando uno les da propina; primero se le quedan viendo al dinero con un poco de extrañeza y luego lo voltean a ver a uno con una cara de agradecimiento, como si fuera la madre Teresa de Calcuta; no sé si un euro es demasiado dinero para ellos o aquí no se les da propina. En fin, suficiente de cultura.


Hoy nos reunimos gran parte del equipo con los que voy a convivir durante las próximas dos semanas, parece que vamos a ser once; la mayoría ingleses, algunos gringos y un mexicano. Afortunadamente no soy ni el más joven ni el mayor, pero me parece que soy el menos experimentado, cosa que me da algo de confianza, además de que algo aprenderé. 


Hoy estuvimos revisando las medidas de seguridad de la embarcación. Eso siempre lo pone a uno algo inquieto por todo lo malo que puede llegar a pasar abordo, como, por ejemplo, si alguien se cae al agua en la noche, si el barco se empieza a hundir o a incendiar. Afortunadamente, para todo eso existen consideraciones, algunas redundantes otras tecnológicas; todas me parecieron confiables, tanto las preventivas, como las correctivas. También deberán tener medidas para atender problemas menores (vi un botiquín, supongo que es por si a alguien le sale una ampolla o algo así). La buena noticia es que, al parecer, uno de los tripulantes es doctor (o era, la verdad no entendí bien). Todos me parecieron ser unas buenas personas y los ingleses con un sentido del humor un poco raro. 


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