sábado, 27 de febrero de 2010

Simple y seguro.

Simple y seguro.
En México somos expertos en complicarnos todo trámite, cosa que no es exclusivo del gobierno, sino también nos gusta ponernos obstáculos con los trámites que hacemos con la iniciativa privada. Sorprende en el extranjero la facilidad y sencillez con la que se llevan a cabo las cosas sin mayor complicación, simplemente se toma como buena la palabra del cliente, y no se necesita comprobante de que lo que se dice es verdad.
Por ejemplo, prácticamente cualquier trámite que queramos hacer hoy en México, se nos pide una "identificación oficial y comprobante de domicilio" entre otras cosas. Si queremos abrir una cuenta en un banco, contratar un teléfono celular, al comprar un coche para tramitar los documentos, en fin, prácticamente todo.
La razón principal, es porque la empresa que está requiriendo nuestro nombre y dirección, en principio, no confía en la precisión ó en la honestidad de los datos que le estamos entregando y necesita mejor prueba de ellos que nuestra propia palabra. Esto quiere decir, que la empresa desea tener certeza de que cuando ésta envíe algún comunicado por correo, llegue al interesado y no sea devuelto por dirección incorrecta, inexacta ó inexistente. Adicionalmente, hay una segunda razón, y ésta es que dicho trámite, no sea parte de un acto ilícito. Esto es que cuando se comete un ilícito, muchas veces se usan teléfonos celulares o cuentas de banco con datos falsos ó registrados a nombre de un desconocido. De entrada se desconfía de nuestra palabra, es por eso que se requiere de "identificación oficial y comprobante de domicilio".
Una industria que ha sido muy rentable hasta la fecha es la extorsión y fraude telefónico. Basta contar con un teléfono celular para hacer las llamadas a la víctima y una cuenta de banco donde ésta depositará el dinero de la extorsión. Una vez que se tiene lo anterior, el criminal llama aleatoriamente a un numero tras otro, y llevan a cabo una "actuación" fingiendo alguna rifa ó que tienen secuestrado a un familiar. Una de cada 200 personas cae en el fraude, y paga el "rescate" o la cantidad acordada, antes de darse cuenta que todo era una mentira.
Se justificaría el pedir "una identificación y comprobante de domicilio" siempre y cuando significara una verdadera barrera para el crimen. Secuestro, extorsión, narcotráfico, prácticamente cualquier ilícito requiere comunicación y forma de mover su dinero. Se requiere de un teléfono celular y una cuenta de banco. El problema es que al parecer, el haberle requerido éstos documentos a decenas de millones de usuarios, no ha sido obstáculo para el crimen. Por un lado, estamos complicándonos los trámites, estamos perdiendo tiempo en dar mas vueltas, dinero en sacar copias, trasladarlas y almacenarlas, cuando finalmente no sirven para el objetivo.
Cuando las autoridades y agentes investigan éstos ilícitos, quedan desarmados cuando ven que el teléfono y la cuenta de banco, fueron registrados con una identificación falsa y con un comprobante de domicilio alterado.
La Secretaría de Gobernación, está intentando llevar a cabo un registro de todos los teléfonos celulares a través del Registro Nacional de Usuarios de Teléfonos Celulares (RENAUT). A través de una llamada ó un mensaje escrito, uno envía su nombre y su fecha de nacimiento, con esto se pretende avanzar en contra del crimen. Se está cumpliendo el plazo establecido, y no llevamos ni el 30% de los teléfonos registrados. No está funcionando.
La pregunta es ¿como podríamos por un lado facilitar decenas de millones de trámites que hacemos y por otro lado ponerle una barrera al crimen? Si lográramos eso, estaríamos avanzando en la línea de vivir en un país más seguro y mas eficiente. No creo que sea necesario inventar nada nuevo, lo que podríamos hacer es ver que hacen en otros países y tropicalizarlo.
En los Estados Unidos, para comprobar el domicilio, se usa mucho el correo, sin embargo en México, éste tiene fama de lento y poco confiable (sea ó no confiable, tiene fama de no serlo). Esto quiere decir, que cuando uno tramita algo en el extranjero, muchas veces se puede hacer sin llevar comprobante alguno, y el domicilio se comprueba al dar aviso de que el trámite ya está listo ó entregando el documento, todo por correo a la dirección que fue dada originalmente.
La ventaja de esto es que en vez de un "comprobante de domicilio", se comprueba el domicilio con el envío por correo. Pero una vez más, en México, nadie se atrevería a enviar pasaportes, IFE ó licencias de manejo por correo como lo hacen en los Estados Unidos, esto es por miedo, nadie confía, y esto nos vuelve más ineficientes, más complicados.
Algo que en nuestro país está casi en desuso, pero que funciona bastante bien es el telegrama, no solo llega inmediatamente el mensaje, sino que además llega a cualquier lado. Se sigue usando para comunicarse con personas que se encuentran en poblados y rancherías remotas que no tienen teléfono.
La propuesta consiste en utilizar el telegrama para "comprobar" el domicilio del usuario. Esto es que en vez de pedir un "comprobante" de domicilio, este quedara comprobado a través de un telegrama. ¿Que pasaría si al abrir una cuenta de banco ó al contratar un teléfono celular, se nos enviara un telegrama al domicilio entregado, con un código de activación. Una vez que recibamos dicho código, podríamos desde cualquier teléfono, hablar a activar el teléfono ó la cuenta de banco.
Los beneficios serían tremendos. Por un lado nos ahorramos la práctica de pedir un comprobante de domicilio que no sirve para nada, por otro, el "comprobar" el domicilio, tendría esto mucho más valor que el "comprobante" que puede ser alterado, ya que la persona no podrá utilizar dicho teléfono ó cuenta de banco, hasta que quede comprobado que el domicilio otorgado es correcto y que tiene acceso a dicho domicilio. Finalmente le daríamos buen uso al telegrama que hoy se está volviendo en una carga para el gobierno.
En el momento en que una cuenta de banco ó un celular haya sido usado para un crimen, al menos sabremos que el delincuente tuvo contacto con un domicilio localizado. Nuestras autoridades tendrían por donde empezar, es un gran paso en contra del crimen.
Pienso que si buscamos propuestas de como hacernos la vida más simple y mas segura, eventualmente llegaremos a donde queremos.



miércoles, 17 de febrero de 2010

Teléfonos de sangre

El principio básico de los negocios se logra, cuando un individuo tiene la necesidad, ya sea de algún producto o servicio y otro está en las condiciones de resolverle o ayudarle a atender esa necesidad al primero. Por ese producto o servicio y como forma de agradecimiento, el cliente le entrega al proveedor un pago o dinero. Con este dinero, el proveedor, a su vez, puede agradecerle, a todo aquél que le ayude a resover sus problemas o necesidades.

Visto de esta forma tan simple, resulta interesante observar hasta donde hemos llegado como sociedad, en la que además nos encontramos organizados por especialidades. Unos se encargan de unas cosas, otros de otras y así nos ayudamos mutuamente, aún y cuando sea a cambio de dinero, cosa que además resulta muy práctica, a final de cuentas esta forma de agradecer el favor recibido a través del dinero, motiva al proveedor a ayudar a más y más clientes.

Recibir dinero a cambio de un producto o servicio que viene a resolver una necesidad, es algo indiscutiblemente positivo y hasta loable. Desgraciadamente en la realidad, las cosas no funcionan siempre tan bien. Hay situaciones en las que el único objetivo es obtener dinero, sin otorgar ningún beneficio a cambio y de paso se le hace daño a un tercero. Eso se llama "dinero mal habido". Tal es el caso de los asaltos, secuestros, extorsiones en los que un sujeto obtiene dinero sin dar absolutamente ningún beneficio a cambio. Afortunadamente ésto se encuentra prohibido y existen las estructuras para evitar que ocurra, sin embargo ocurre frecuentemente y no solo originado por delincuentes.

En las empresas, a partir de cierto tamaño, los dueños o responsables, dejan de tener contacto directo con cada una de las situaciones que se presentan en ella; por lo que para manejarla, normalmente se implementan controles. Un control que motiva a que la empresa sea cada vez más rentable, es cuando ésta (la empresa), le comparte parte del beneficio que obtiene, a un ejecutivo con poder de decisión. Si el ejecutivo tiene las posibilidades y el control está bien puesto, mientras más beneficios económicos logre la empresa, más dinero va a recibir el ejecutivo a cambio de ello. El problema es que mientras la empresa más crece, si no se tiene el suficiente cuidado, se pueden dar situaciones en las que la empresa comienza a hacer dinero, aún y cuando sin proponérselo directamente, se encuentre haciendo daño indirecto a sus propios clientes o a la sociedad. Es ahí donde entra la ética, estos ejecutivos deben tener muy claro un código de que es lo que está bien y por lo tanto hay que seguirse por ahí, así como que es lo que está mal y es mejor no hacerlo. Mientras más alto es el nivel de poder del ejecutivo, mas claro debe tener su código de ética. Debemos recordar que el poder corrompe.

Hoy en día, las compañías celulares (carriers) se encuentran precisamente en esa disyuntiva. Para lograr más y más usuarios de celular, los carriers tienen la práctica de subsidiar el teléfono, cuyo costo real es el principal obstáculo para ingresar usuarios; realmente su negocio no es vender teléfonos, sino cobrar por el servicio. ¿Que pasa cuando a alguien le roban su celular?, pues éste se vende en el mercado negro a una fracción de lo que realmente cuesta. El mercado negro tiene sus clientes que compran robado porque les resulta más barato. Esta situación provoca que más del 40% del robo a peatón, sea con el único fin de quitarle su teléfono celular. Los distribuidores de teléfonos celulares, son víctimas de asaltos y fraudes, todos enfocados al único objetivo de hacerse de teléfonos para ofrecerlos en el mercado negro. El transportar camiones llenos de teléfonos celulares es, hoy en día, una verdadera bomba de tiempo. Los asaltantes de peatones y autotransporte muchas veces lo hacen a punta de pistola, y de vez en cuando, se les va la bala matando a su víctima. Un peatón o conductor, con esposa, madre e hijos, por traer un teléfono celular, resulta que hasta la vida puede perder. Todo ésto ocurre solo porque el teléfono celular tiene un valor en el mercado negro.

Una forma de quitarle valor a los teléfonos robados, sería que el proveedor del servicio bloqueara el aparato. Hoy cuando uno reporta un teléfono celular, se bloquea la linea, pero basta ponerle un nuevo chip (sim card) para que funcione éste sin problema con un número nuevo. Si se bloqueara el aparato, pues éste quedaría inservible, ya no habría quien se interesara en él, quedaría sin valor en el mercado negro.

Pero...¿Porqué no lo hace la empresa celular?

Regresemos a la situacion del asalto. La pobre víctima tiene que reponer su teléfono de alguna forma para seguir comunicado, y el comprador del teléfono robado, pues tiene que activarlo de alguna forma con el carrier, mismo que dá comisiones a toda una industria por activar "cualquier" teléfono que se ingrese a sus filas. ¿Quien gana del robo? Pues por un lado el ladrón que vendió el teléfono y por otro el cliente del mercado negro que se hizo de un teléfono barato; pero el que más gana de todos, es el proveedor del servicio (carrier) ya que ahora tiene dos clientes. El cliente original que tuvo que reponer su teléfono, y el que compró el teléfono robado ya que pudo hacerse de un equipo a un precio bajísimo que ni a los precios subsidiados se puede conseguir.

Cuando se activa un teléfono robado, éste ya no tiene que ser subsidiado por el carrier, por lo tanto la compañía celular gana más activando un teléfono robado que uno nuevo y por supuesto que no le conviene bloquear los teléfonos robados porque éstos tarde o temprano van a volverse a activar. Mas clientes significa mas dinero para la empresa y mas bono para los ejecutivos que lo permiten. La excusa por la que no lo hacen, es que si ellos bloquearan los teléfonos, serían fácilmente activados con la competencia. El decir ésto es como si vienen a ofrecerme un coche robado baratísimo y mi razonamiento fuera "mejor lo compro yo, porque si no lo hago, lo va terminar comprando otro".

Esto no es nada nuevo, en paises como India, Australia y Reino Unido, la ley obliga a todos sus carriers a bloquear el IMEI (International Mobile Equipment Identity) o número de serie del teléfono y compartir esta información con los demás carriers; de esta manera erradicaron, de un plumazo, el robo de teléfonos celulares. Este tipo de medidas, tampoco son exclusivas de la industria celular. Varias marcas de automóviles (ej. Toyota, Mercedes, etc..) han eliminado el robo de autopartes ofreciendo la garantía al usuario de reponerle sin costo cualquier pieza que le roben al coche, un espejo, un faro, la parrilla, etc... El fabricante decidió dejar de beneficiarse a costas de las vícimas de robo, y de ésta forma le quitó el valor en el mercado negro de autopartes. El robo de autopartes desapareció por completo para estas marcas debido a que el fabricante renunció a hacer dinero mal habido.

Me niego a pensar que dentro de los carriers celulares haya una persona maquinando el obtener un beneficio a costa de la integridad de sus clientes, pero si no interviene un ejecutivo pensante, con un perfil de valores muy claros, comprometido con sus clientes y su país, dispuesto a renunciar a hacer dinero sucio, ésto se va a seguir dando. Los ejecutivos van a seguir alcanzando sus cuotas, el mercado negro va a seguir siendo una industria rentable, los fraudes y asaltos para hacerse de teléfonos celulares seguirán cometiéndose, y de vez en cuando, se morirá algúna víctima porque al ladrón "se le fué la bala".
Esto puede ser visto como una amenaza para un ejecutivo miope, o como una grán oportunidad para alguien con visión de largo alcance.

Si las autoridades deciden hacer algo al respecto, no va a servir de nada pues los carriers solo se van a defender amparándose contra la nueva legislación y ésto jamás se va a resolver.

La oportunidad está hoy ahí para el carrier que decida tomar la iniciativa, fajarse los pantalones, renunciar al dinero mal habido y sentar en una misma mesa a la competencia y autoridades para resolver éste problema.

De ésta manera quedará demostrada su verdadera intención de ser una empresa socialmente responsable.





lunes, 15 de febrero de 2010

Sociedades inteligentes.

Las hormigas tienen un sistema bastante curioso y eficiente para comunicarse. Lo hacen a través del tacto y el olfato usando sus antenas. Se tocan entre ellas, huelen las feromonas que segregan sus compañeras y de esa manera, se enteran, sin haberlo experimentado de primera mano, si al final de la fila hay comida ó peligro.
Esto hace que la experiencia de una hormiga pueda servir, al compartirla con otras, en beneficio de la comunidad. Esto es que si una hormiga logra compartir con otra donde está la comida que encontró, entonces la segunda la encontrará mucho más fácil. Si por otro lado, una hormiga comunica que en esa dirección hay algún peligro, pues la otra ya no tiene que correr el mismo peligro y salvarse por habilidad ó buena suerte. La experiencia de las hormigas hermanas se comparte a través de la comunicación con el único fin de lograr un beneficio para la sociedad.
Una colonia de hormigas es un ejemplo básico de lo que es una sociedad inteligente. De ésta manera, esa sociedad tiene mayores posibilidades de adaptarse y sobrevivir ya que a través ésto, pueden aprovechar mejor las oportunidades, salvarse mejor de algún peligro y entender cuando es el momento adecuado para su apareamiento.
Si nos fuéramos al otro extremo, y viéramos como funciona ésto en la humanidad, no habría duda de lo imprescindible y benéfica que nos resulta la comunicación.
Desde la comunicación boca a boca, la comunicación escrita, señales de humo, el teléfono, fax, correo electrónico, radio. Estos medios nos permiten funcionar de una forma más inteligente ya que las experiencias ó conocimiento de uno, se puede tranmitir a otros para su beneficio. La experiencia y conocimientos de un hombre que vivió hace siglos, la puedo recibir hoy leyendo sus escritos y de esa forma aprender de sus razonamientos.
Sin embargo, resulta que las cosas no siempre funcionan como deberían.
Los medios como la televisión, tienen por un lado la misión de comunicar de entretener y divertir pero por otro lado, además se trata de un negocio para sus inversionistas, y un medio por el cual los anunciantes "informan" al auditorio de sus productos para venderlos mejor. Esto no tiene nada de malo, finalmente ellos son los que pagan la difusión de los programas.
La forma en que los medios "miden" el éxito ó el fracaso es a través del "rating" que no es más que una forma de conocer la cantidad de gente que vió ese programa ó anuncio. Esto es que mientras más audiencia tuvo algún programa, más éxito se considera que tuvo, y así de la misma manera se le cobra a los anunciantes.
Finalmente si un programa demuestra que tuvo más éxito, el medio le cobra a sus anunciantes más que otro programa con menos rating. Es más negocio para la televisora mientras más gente vea sus programas.
Para verlo de manera simple, dentro del medio, hay una persona que es quien decide al final de cuentas que programación meter y cual no. Esta persona recibe parte del beneficio logrado ó un bono cuando logra que el medio haga más negocio del que venía haciendo. La misión de ésta persona es lograr más rating.
Me pregunto que habrá pasado con éste hombre en el momento en que en abril del 2009, todo México estaba pegado a las noticias para entender bien que es lo que estaba pasando con la influenza. Había un pánico generalizado, todos necesitábamos saber como proteger a nuestras familias de esa "terrible" amenaza. Era imprescindible saber cada detalle del asunto. El rating se fué a los cielos, y como ésta persona recibe un bono por el rating, pues en ese mes se pudo hasta comprar un coche nuevo, aún y cuando fué un asunto fortuito fuera de sus manos. Éste hombre, a través de éste tipo de experiencias, se da cuenta que si existe pánico en el auditorio, mayor rating tienen las noticias.
Esta es la razón por la que un noticiero ó un periódico, fácilmente se puede convertir en "amarillista". Dicho de otro modo, la forma de comunicar una noticia, puede generar más ó menos pánico entre la gente, y si no se cuida éste asunto, si éste sujeto que selecciona la programación está buscando solamente su bono, verá la forma de darle mayor importancia a la nota roja. Escandaliza más, genera más rating, mejor negocio para el medio y para él.
Hace unos tres ó cuatro años, con mi familia y unos amigos pasamos un fin de semana en Ixtapan de la Sal. El sábado por la tarde estábamos jugando con los niños dominó en el lobby del hotel donde nos hospedamos. El lugar estaba semi-vacío, había talvez unos 4 ó 5 grupos como nosotros, la tele prendida, y nadie la volteaba a ver.
De repente nos encontramos todos viendo un video real, de una situación en un estadio lleno de futbol, cuando un hombre enciende una bengala y la lanza, ésta cruzando el estadio de un extremo a otro, y cayendo desafortunadamente en la cara de un niño. Junto a él, su madre aterrorizada vé como la bengala encendida sigue sacando chispas y mientras toda la gente de alrededor se aleja por miedo, la señora consigue un refresco y se lo vacía en la cara al niño para ver si así se apaga. Esta escena la pasaron al menos unas 10 veces, haciéndo énfasis en la cara de la pobre señora aterrorizada tratando de salvar a su hijo.
Todos, niños y adultos, clientes, meseros, todos los que estábamos en el lobby, nos encontramos con los ojos bien abiertos viendo en la tele esa terrible escena, y como una y otra vez, la pobre señora le tiraba el refresco en la cara al niño. Una verdadera tragedia. Unos minutos antes, nadie estaba viendo la televisión, el medio no estaba haciendo negocio, sacaron esa escena, y el anuncio que salió a continuación tuvo que pagar mucho más por la única razón de que había más rating.
La señora no recibió ningún beneficio por ésto, el niño se murió, y el medio hizo más negocio.
Yo no creo que la nota roja se aproveche del morbo de la gente, pienso que uno tiene el instinto de conocer donde está el peligro, solo para entender como cuidarse de él. De la misma manera en que las hormigas se comunican para ser más inteligentes como sociedad, el ser humano funciona visto de una manera simplista, bastante similar. El conflicto existe cuando simultáneamente la comunicación sirve además para hacer dinero.
Es precisamente ahí cuando lo que se comunica se puede alterar ya sea en tono ó contenido, con el único fin de hacer más y mejor negocio.
Personalmente, creo que manipular la información y aprovechar los instintos de supervivencia de la gente, generando confusión y pánico entre la sociedad con el único fin de hacer negocio, es algo que debería estar prohibido.
Cuando existe un peligro, lo primero que se procura es que "no cunda el pánico", la razón es porque cuando hay pánico, se corre un segundo peligro que es una reacción desproporcionada hacia éste, misma que puede provocar más daño que el peligro original. El pánico provoca que en vez de que actuemos "mas inteligentemente" ante un peligro, tengamos reacciones irracionales.
En México hoy vivimos momentos difíciles, pero si además los medios buscan (por su propio beneficio), darle énfasis a la nota roja y buscar el punto de vista amarillista, entonces corremos el peligro de estar provocando un pánico ante la sociedad generando aún mas daño.
Idealmente, me gustaría ver a los medios presentando por un lado los peligros de una forma objetiva, así como los logros, avances y éxitos, además de las experiencias de como otros países lograron superar históricamente situaciones similares.
Yo siempre he estado a favor del libre mercado y del capitalismo, sin embargo éstas son el tipo de situaciones que debemos encontrar la forma de regular para evitar abusos y finalmente un perjuicio para la sociedad.
Debemos buscar mantener la razón de existir de la comunicación que finalmente es lograr una sociedad más inteligente.