martes, 19 de enero de 2010

No somos nada

Cada persona tiene su forma individual de entender las cosas. El punto de vista de cada quien es diferente, y ahí es donde radica pienso yo, la riqueza de la humanidad, precisamente en la variedad de los puntos de vista.
Personalmente, para entender la dimensión de las cosas, tengo la manía de hacerlo buscando proporciones. Para entender mejor las cosas, me funciona saber donde estoy parado y compararlo con otras cosas.
El hacerlo así, me ha llevado a encontrar algunos datos que por un lado me parecen fascinantes, aún y cuando son bastante inútiles y por otro lado resultan divertidos. Un ejemplo de ésto, es el tamaño de la atmósfera. ¿A quien le importa? No conozco a nadie que se ponga a pensar en eso y además a muy pocos les sirve éste dato, pero...solo por jugar, piensa por un momento en ese espacio donde vivimos, donde están los árboles, las montañas mas altas incluso el Éverest, las nubes, donde llueve y hay huracanes, donde vuelan los pájaros y los aviones. Ésta capa que llamamos atmósfera es una capa increiblemente delgada a comparación del tamaño de la tierra. Para entenderlo, basta con decir que si la tierra fuera del tamaño de un balón de basketball, la atmósfera sería apenas del grueso de 1 hoja de papel.
Imaginarse la tierra del tamaño de un balón de basketball es muy fácil, imaginarse que todo lo que conocemos ocurre dentro del grueso de esa hoja de papel ya es otra cosa. Es mas fácil pensar que la tierra es rugosa por los valles, montañas, etc... pero si comprendemos que desde el nivel del mar hasta donde vuelan los aviones (10 kms), no es más que el grueso de una hoja de papel, nos damos cuenta que la tierra en verdad es bastante lisa.
Las cosas no siempre son como las percibimos ó como nos las imaginamos. Podemos tener una idea, pero a veces la realidad es otra.
Hay otro dato similar, igual de inútil, pero que también me impresiona muchísimo. Este es la velocidad con la que la tierra se traslada alrededor del sol. La tierra tarda exactamente un año en darle la vuelta al sol, pero ¿A que velocidad va? Pues a la increible velocidad de 100,000 kms por hora. Para entender esa cifra, basta decir que un avión vuela a menos de una centésima de esa velocidad.
Si algo volara a la velocidad a la que se traslada la tierra alrededor del sol, podría darle la vuelta a la tierra completa, en menos de media hora. Imaginarse que precisamente en éste momento donde yo estoy escribiendo, ó tu leyendo, todo lo que está alrededor está viajando junto con nosotros a esa tremenda velocidad de 100,000 kph, y no sentimos absolutamente nada. Es más, nos damos cuenta que la tierra se está moviendo, solo por referencia de como se mueven los astros en la bóveda celeste a lo largo del año.
A mí, éstos datos no me sirven mas que para impresionarme y fascinarme por la inmensidad o visto de otro punto de vista, la pequeñez de lo que somos.
En ocasiones nos sentimos abrumados por nuestro día, ó nuestros problemas particulares, pero si comparamos nuestros asuntos cotidianos, con la inmensidad de la humanidad, podemos llegar a concluir que estamos haciendo una tormenta en un vaso de agua.
Otras personas encuentran su tranquilidad, cuando piensan que todo es parte de un plan divino mucho más grande de la capacidad que tenemos de entenderlo.
Al final de cuentas, viviremos mas en paz si logramos ver, aún y cuando sea relativamente, que no somos tan importantes y nuestros problemas cotidianos, no son para tomarse tan en serio.



2 comentarios:

  1. lo q pasa es que esos datos tan maravillosos no afectan directamente mis días o mis noches, a mis hijos o amigos, etc y mis problemas cotidianos si q lo hacen.
    pero la inmensidad de la humanidad siempre será.............inmensa e increíble

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  2. Lectura recomendada acerca de datos y numeros muy interesantes del cosmos , "Miles de Millones", el ultimo libro de Carl Sagan.



    Saludos!

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