miércoles, 17 de febrero de 2010

Teléfonos de sangre

El principio básico de los negocios se logra, cuando un individuo tiene la necesidad, ya sea de algún producto o servicio y otro está en las condiciones de resolverle o ayudarle a atender esa necesidad al primero. Por ese producto o servicio y como forma de agradecimiento, el cliente le entrega al proveedor un pago o dinero. Con este dinero, el proveedor, a su vez, puede agradecerle, a todo aquél que le ayude a resover sus problemas o necesidades.

Visto de esta forma tan simple, resulta interesante observar hasta donde hemos llegado como sociedad, en la que además nos encontramos organizados por especialidades. Unos se encargan de unas cosas, otros de otras y así nos ayudamos mutuamente, aún y cuando sea a cambio de dinero, cosa que además resulta muy práctica, a final de cuentas esta forma de agradecer el favor recibido a través del dinero, motiva al proveedor a ayudar a más y más clientes.

Recibir dinero a cambio de un producto o servicio que viene a resolver una necesidad, es algo indiscutiblemente positivo y hasta loable. Desgraciadamente en la realidad, las cosas no funcionan siempre tan bien. Hay situaciones en las que el único objetivo es obtener dinero, sin otorgar ningún beneficio a cambio y de paso se le hace daño a un tercero. Eso se llama "dinero mal habido". Tal es el caso de los asaltos, secuestros, extorsiones en los que un sujeto obtiene dinero sin dar absolutamente ningún beneficio a cambio. Afortunadamente ésto se encuentra prohibido y existen las estructuras para evitar que ocurra, sin embargo ocurre frecuentemente y no solo originado por delincuentes.

En las empresas, a partir de cierto tamaño, los dueños o responsables, dejan de tener contacto directo con cada una de las situaciones que se presentan en ella; por lo que para manejarla, normalmente se implementan controles. Un control que motiva a que la empresa sea cada vez más rentable, es cuando ésta (la empresa), le comparte parte del beneficio que obtiene, a un ejecutivo con poder de decisión. Si el ejecutivo tiene las posibilidades y el control está bien puesto, mientras más beneficios económicos logre la empresa, más dinero va a recibir el ejecutivo a cambio de ello. El problema es que mientras la empresa más crece, si no se tiene el suficiente cuidado, se pueden dar situaciones en las que la empresa comienza a hacer dinero, aún y cuando sin proponérselo directamente, se encuentre haciendo daño indirecto a sus propios clientes o a la sociedad. Es ahí donde entra la ética, estos ejecutivos deben tener muy claro un código de que es lo que está bien y por lo tanto hay que seguirse por ahí, así como que es lo que está mal y es mejor no hacerlo. Mientras más alto es el nivel de poder del ejecutivo, mas claro debe tener su código de ética. Debemos recordar que el poder corrompe.

Hoy en día, las compañías celulares (carriers) se encuentran precisamente en esa disyuntiva. Para lograr más y más usuarios de celular, los carriers tienen la práctica de subsidiar el teléfono, cuyo costo real es el principal obstáculo para ingresar usuarios; realmente su negocio no es vender teléfonos, sino cobrar por el servicio. ¿Que pasa cuando a alguien le roban su celular?, pues éste se vende en el mercado negro a una fracción de lo que realmente cuesta. El mercado negro tiene sus clientes que compran robado porque les resulta más barato. Esta situación provoca que más del 40% del robo a peatón, sea con el único fin de quitarle su teléfono celular. Los distribuidores de teléfonos celulares, son víctimas de asaltos y fraudes, todos enfocados al único objetivo de hacerse de teléfonos para ofrecerlos en el mercado negro. El transportar camiones llenos de teléfonos celulares es, hoy en día, una verdadera bomba de tiempo. Los asaltantes de peatones y autotransporte muchas veces lo hacen a punta de pistola, y de vez en cuando, se les va la bala matando a su víctima. Un peatón o conductor, con esposa, madre e hijos, por traer un teléfono celular, resulta que hasta la vida puede perder. Todo ésto ocurre solo porque el teléfono celular tiene un valor en el mercado negro.

Una forma de quitarle valor a los teléfonos robados, sería que el proveedor del servicio bloqueara el aparato. Hoy cuando uno reporta un teléfono celular, se bloquea la linea, pero basta ponerle un nuevo chip (sim card) para que funcione éste sin problema con un número nuevo. Si se bloqueara el aparato, pues éste quedaría inservible, ya no habría quien se interesara en él, quedaría sin valor en el mercado negro.

Pero...¿Porqué no lo hace la empresa celular?

Regresemos a la situacion del asalto. La pobre víctima tiene que reponer su teléfono de alguna forma para seguir comunicado, y el comprador del teléfono robado, pues tiene que activarlo de alguna forma con el carrier, mismo que dá comisiones a toda una industria por activar "cualquier" teléfono que se ingrese a sus filas. ¿Quien gana del robo? Pues por un lado el ladrón que vendió el teléfono y por otro el cliente del mercado negro que se hizo de un teléfono barato; pero el que más gana de todos, es el proveedor del servicio (carrier) ya que ahora tiene dos clientes. El cliente original que tuvo que reponer su teléfono, y el que compró el teléfono robado ya que pudo hacerse de un equipo a un precio bajísimo que ni a los precios subsidiados se puede conseguir.

Cuando se activa un teléfono robado, éste ya no tiene que ser subsidiado por el carrier, por lo tanto la compañía celular gana más activando un teléfono robado que uno nuevo y por supuesto que no le conviene bloquear los teléfonos robados porque éstos tarde o temprano van a volverse a activar. Mas clientes significa mas dinero para la empresa y mas bono para los ejecutivos que lo permiten. La excusa por la que no lo hacen, es que si ellos bloquearan los teléfonos, serían fácilmente activados con la competencia. El decir ésto es como si vienen a ofrecerme un coche robado baratísimo y mi razonamiento fuera "mejor lo compro yo, porque si no lo hago, lo va terminar comprando otro".

Esto no es nada nuevo, en paises como India, Australia y Reino Unido, la ley obliga a todos sus carriers a bloquear el IMEI (International Mobile Equipment Identity) o número de serie del teléfono y compartir esta información con los demás carriers; de esta manera erradicaron, de un plumazo, el robo de teléfonos celulares. Este tipo de medidas, tampoco son exclusivas de la industria celular. Varias marcas de automóviles (ej. Toyota, Mercedes, etc..) han eliminado el robo de autopartes ofreciendo la garantía al usuario de reponerle sin costo cualquier pieza que le roben al coche, un espejo, un faro, la parrilla, etc... El fabricante decidió dejar de beneficiarse a costas de las vícimas de robo, y de ésta forma le quitó el valor en el mercado negro de autopartes. El robo de autopartes desapareció por completo para estas marcas debido a que el fabricante renunció a hacer dinero mal habido.

Me niego a pensar que dentro de los carriers celulares haya una persona maquinando el obtener un beneficio a costa de la integridad de sus clientes, pero si no interviene un ejecutivo pensante, con un perfil de valores muy claros, comprometido con sus clientes y su país, dispuesto a renunciar a hacer dinero sucio, ésto se va a seguir dando. Los ejecutivos van a seguir alcanzando sus cuotas, el mercado negro va a seguir siendo una industria rentable, los fraudes y asaltos para hacerse de teléfonos celulares seguirán cometiéndose, y de vez en cuando, se morirá algúna víctima porque al ladrón "se le fué la bala".
Esto puede ser visto como una amenaza para un ejecutivo miope, o como una grán oportunidad para alguien con visión de largo alcance.

Si las autoridades deciden hacer algo al respecto, no va a servir de nada pues los carriers solo se van a defender amparándose contra la nueva legislación y ésto jamás se va a resolver.

La oportunidad está hoy ahí para el carrier que decida tomar la iniciativa, fajarse los pantalones, renunciar al dinero mal habido y sentar en una misma mesa a la competencia y autoridades para resolver éste problema.

De ésta manera quedará demostrada su verdadera intención de ser una empresa socialmente responsable.





2 comentarios:

  1. http://eleconomista.com.mx/sociedad/2010/04/19/mayo-desactivaran-celulares-robados

    ResponderEliminar
  2. Ahora mi reto es que el acuerdo entre Telefónica, Telcel, Iusacell y el Consejo Ciudadano, se convierta en un verdadero beneficio para la sociedad Mexicana.

    Hasta ayer, para cancelar un IMEI era necesario hablar al carrier para que cancele el número de teléfono, luego al Consejo para reportar telefónicamente el robo indicando el número de factura con el que se compró el teléfono y el IMEI del mismo; mas tarde asistir al ministerio público para ratificar la denuncia y presentar la factura del teléfono donde se indica el IMEI y recoger el acta. Finalmente ir a un centro de atención a clientes del Carrier a solicitar la cancelación del IMEI previa presentación del acta.

    Me pregunto si alguien va a cancelar su IMEI.

    Mi nueva bandera es que la cancelación de IMEI debe ser automática al reportar un teléfono robado o perdido.

    ResponderEliminar